domingo, 21 de mayo de 2017

Crónica The Cooltrance



The Cooltrance
Viernes 19 de mayo. ClanDestino



El pasado viernes 19 de mayo en la Sala Clandestino tuvo lugar el concierto de clausura de la temporada de actividades organizadas por Amigos del Jazz de Albacete.  Lo hicieron con el proyecto The Cooltrance, ocho músicos procedentes de Madrid, que vinieron con ganas de hacernos cantar y bailar.


 The Cooltrance





The Cooltrance es una banda que recuerda a las grandes formaciones estadounidenses de funk/soul de mediados de los años sesenta. Sus composiciones se nutren principalmente de los grupos que exploraron estos géneros, del tipo Sly & the Family Stone y los llevaron a distintos terrenos, fusionando así el funk y el soul con la música disco, el pop y el rock. No obstante, también absorben otros géneros que no están directamente relacionados pero que aportan detalles que enriquecen el discurso musical de sus composiciones.





La banda está formada por ocho músicos: batería, bajo, teclado, guitarra, saxofón, trompeta, trombón y voz.




























La poderosa voz de Lady Pepper fue el hilo conductor del espectáculo, bien arropada por solos de teclados, riffs de guitarra, líneas de bajo, grooves de batería y arreglos en la sección de vientos. Una mezcla  de ritmos y sonidos que sedujeron al nutrido grupo de asistentes al concierto.





El repertorio del concierto estuvo formado por los temas que componen su primer disco (Black Pepper), como la canción que da título al disco y otras como "Soul kid", "Another day",  algún tema nuevo "Just..."



Música bailable y también para expresar temas de denuncia social ("Black hand"),  “Woman from the new age” dedicada a las mujeres.
También tuvieron cabida para las versiones: “Calfornia Sun", canción con la que Lady Pepper comentó que consiguió entrar en el grupo.
Con “Breaking away” anunciaron que iban para volver con un bis para hacernos bailar con “Disco Woman” y darlo todo con "Duffunk", la última canción del concierto con la que nos hicieron agacharnos, saltar y bailar.
Buscaron la interacción con el público, para hacer un concierto disfrutable, con momentos más emotivos y otros más bailables.