martes, 24 de octubre de 2017

Lagartija Nick sueña a Luis Buñuel

Laboratorio de Creación Abycine
Teatro Circo de Albacete



El montaje con las obras de Luis Buñuel y la música en directo de Lagartija Nick abrieron, en su gala inaugural, la XIX edición de Abycine, el Festival Internacional de Cine de Albacete, que se celebra este año del 20 al 29 de octubre.
En su  inauguración, previo a la actuación de los granadinos entregaron dos premios: el premio trayectoria joven a la actriz Macarena García y el premio película joven a Morir, dirigida por Fernando Franco.

Estábamos expectantes ante  la nueva apuesta del Laboratorio de Creación, un proyecto único y exclusivo producido por el propio festival que consiste en la reinterpretación en directo de la banda sonora de una película o filmografía mítica a cargo de un grupo de indie-rock. En esta ocasión, la banda liderada por Antonio Arias reinterpretó en directo un montaje de imágenes de la filmografía de Luis Buñuel realizado por el creador albaceteño José Manuel Borrajeros, programador de Abycine, además de responsable audiovisual del espectáculo.






Pudimos ver una revisitación de la filmografía de Luis Buñuel, desde “Un perro andaluz” hasta “Viridiana”, con música en directo de Lagartija Nick, grupo que ha captado a la perfección el nuevo sonido de la música española. Y además en su discografía tienen muchos elementos de conexión con el cine y la cultura popular, en algunas letras de canciones de Hipnosis, o de SU así como en el disco titulado Val del Omar sobre este director de cine e inventor. O en el disco titulado El shock de Leia, con homenaje al uno de los personajes principales de la saga Star Wars.

El montaje se abrió con imágenes de la película “Las Hurdes, tierra sin pan”, con la voz del actor Francisco Rabal, al poco comenzaron a tocar Lagartija Nick. Unos temas extensos, con bastantes letras que conectaban el mundo cinematográfico del genio aragonés con el multiverso de los granadinos.
El montaje siguió con imágenes del film Simón del desierto. Seguían casando los textos de las canciones con los fragmentos visuales. Canciones de rock, aunque también con algunos pasajes pop. Cinco canciones río aunque en una de ellas si se repetía el estribillo “veinte sueños repetidos veinte veces, a lo largo de los años” como si fuera una letanía. Dicho estribillo conecta con Luis Buñuel y como permaneció fiel a lo largo de su trayectoria a los presupuestos esenciales del surrealismo, cuya finalidad no es la obra de arte, sino la instauración de una nueva actitud para cambiar al hombre y al mundo, destruyendo la civilización burguesa.


Twitter: @abycine



La propia voz de  Buñuel conectaba de un fragmento visual a otro.
En palabras de Carlos Losilla, sus imágenes presentan, por lo general, una extraña textura que las acerca al carácter alucinado que suelen ostentar los sueños: el tiempo es indefinido, las figuras flotan en el ambiente como si no pertenecieran al decorado en el que se insertan, las acciones surgen de la nada, sin explicaciones ni preámbulos. Muchas de las películas de Buñuel se inician en movimiento, en un espacio que se ofrece indefinido, que parece no existir, porque en realidad no existe, es un espacio mental.
A un espacio mental paralelo nos trasladó la música de Lagartija Nick unida al montaje de imágenes del cine de Buñuel, uno de los más originales directores de la historia del cine, con música de uno de los grupos más interesantes del rock en español.




En años anteriores para esta celebrada comunión de música en directo y cine de culto que ya se ha convertido en una de las señas de identidad claves del festival, músicos y bandas como Los Pilotos homenajearon en directo la filmografía de Hayao Miyazaki, Paco Román de Neuman musicó “Badlands” de Terrence Malick, Nacho Vegas interpretó la obra de Mike Leigh o la filmografía de David Lynch que fue versionada por Joaquín  Pascual.