En la ciudad de Bergen (Noruega) cuando no llueve hace frío y sus gentes dicen que el
verano es el mejor día del año. Pero todo esto se olvida cuando uno se reúne
para pasar un rato con los demás al calor del salón o un bar. Ese es el
sentimiento de felicidad que los locales llaman kos. Precisamente, el frío de Noruega ha sido el lugar en el que se
han gestado las canciones del nuevo álbum del músico gallego Nefta Lee, "Por amor a
helarte". La nieve y la lluvia en la ventana han estado presentes mientras Nefta Lee escribía las melodías de este
trabajo. Unas veces, las canciones aparecían después de largas veladas
compartidas con músicos de la ciudad. Otras, refugiado del clima en su salón. Se
trata de un disco que llega tras dos años desde el álbum anterior y
que ya es posible escuchar en diferentes plataformas, como Spotify. En febrero
de 2018 empezará a presentarlo en directo.
Es también en Bergen donde Nefta Lee conoce al músico Roberto Portillo, con quien comienza a actuar a dúo frente al
público escandinavo. Juntos tejen el sonido de un trabajo que a partir de ahí
irá cuajando poco a poco. Tras un periodo de directos, colaboran a distancia hasta
que realizan la grabación del álbum en Madrid,
donde ahora reside Nefta Lee.
Por amor a helarte ha sido producido por Sebastián Merlín, y se ha encargado de hacer el papel de
multinstrumentista, grabando bajo y percusión, así como de realizar la mezcla
junto a Óscar Herrador. El disco ha
sido masterizado por Daniel Ovié.
Por amor a helarte es un
disco lleno de ritmos alegres y bailables en el que los cantos al romance y al
desamor, junto al humor y la ironía, se combinan con arreglos que recuerdan por
momentos al pop minimalista escandinavo, a la cumbia chicha o a la música
brasileña. La canción que abre el disco es Eterno Amor, en la que
un arpegio y una melodía bastan para definir un vaivén que acaba floreciendo en
cumbia: “Amor eterno / tres meses duraste...”.
El estilo naif de Nefta Lee y sus
poderosas melodías, junto a las guitarras y los arreglos de Roberto Portillo, producen un sonido
que no busca la fusión de géneros, sino los elementos que los conectan. La
percusión de Sebastián Merlín ha acabado de dar
forma a un álbum muy orgánico. Todo ello acompañado de un directo arrollador y
lleno de encanto que en muchos momentos mejora el disco.
Lleno de temas bailables, este
nuevo trabajo es sin embargo una combinación musical de frío y calor, de sonidos
eléctricos y de melodías sentidas, que nos lleva de viaje por distintos lugares.
Canciones como La mirada
del mar (recientemente incluída en la playlist Bailar
y Gozar de Digster, de 60.000 seguidores) recuerdan a Calexico o a los surferos
The Marketts, mientras escuchamos cómo su protagonista intenta sobrevivir a los
amores del Mar del Norte. Como se olvidan las cosas
del amor es un homenaje a Agustín
Lara que bien podría ser una balada country. Se terminó evoca la gran
canción italiana de los setenta con notas a lo Bee Gees. El segundo corte, Marilyn, es un tributo a
la actriz con delicados arreglos funk pop. En mitad del disco se encuentra la
única versión, el bolero Acércate
más, donde Nefta Lee recuerda
con cariño la gramática castellana de Nat
King Cole. Y continuando con la narrativa de viajes, Hoy por ti y mañana también
es un juego de palabras acompañado en lo instrumental de un medio tiempo pop
rock que desemboca lentamente en la costa de Río de Janeiro.